De Muysc cubun - Lengua Muisca

MU/jutes#I Alimento típico de algunas regiones de Boyacá y Cundinamarca que consiste en el enterramiento de papa o maíz en o cerca de lugares donde se encuentre agua tales como ríos, quebradas, pantanos, humedales o lodazales; y que posteriormente se cubre con materia vegetal durante varias semanas o meses con el fin de dejarlos podrir.

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Muisquismos léxicos. Gómez, Diego F. & Gómez, José Manuel © (2008 - 2024).

jutes   /'hutes/

(Del muysca de Bogotá "futynsuca")

Var. jute, jute de papa.

I. s. m. Alimento típico de algunas regiones de Boyacá y Cundinamarca que consiste en el enterramiento de papa o maíz en o cerca de lugares donde se encuentre agua tales como ríos, quebradas, pantanos, humedales o lodazales; y que posteriormente se cubre con materia vegetal durante varias semanas o meses con el fin de dejarlos podrir.


Datos adicionales:

Comentarios: G. Bernal y C. Ordóñez (2012) dicen que jutes es el nombre de un plato específico que contiene, entre otros ingredientes, el maíz juteado. Sin embargo parece más apropiado decir que los jutes son un ingrediente utilizado en varias preparaciones culinarias como la sopa de dulce y los cocidos, además de que pueden encontrarse tanto de maíz como de papa. Ahora, los jutes también son conocidos por el nombre de jute, en singular, que no debe confundirse, aunque estén asociados, con el adjetivo jute que lleva el mismo nombre.

Los jutes son tan desconocidos como controvertidos por ser parte de una tradición en desuso y por parte de prácticas nativas mal vistas por la colonización, la civilización y la modernidad. Pero bueno, ¿Qué es lo controvertido de ellos? Sin discusión, es el hecho de dejar podrir a propósito un alimento antes de cocinarlo y, en especial, el mal olor que despide el alimento descompuesto que lo hace escandaloso.

En efecto, las señoras Teresa Caro de Ramiriquí (Boy.), Hermencia Hurtado de Mongüa (Boy.) y Marina Avella de Monguí (Boy.), todas consumidoras actuales de jutes, mencionan que el olor es un aspecto en contra que, aunque cierto, es menor frente a todo lo bueno que aportan los jutes. Por ejemplo, de lo más sorprendente que se dice de ellos es que tienen propiedades sanadoras tanto contra algo menor como el frío en el cuerpo como, en el caso de los jutes de papa, contra algo tan grave como el cáncer. En Monguí, un joven trabajador en una pizzería cuenta que su mamá con cáncer está en “una dieta de jutes (de papa)” que dura quince días y que no sabe si ella los habría incluido en el cocido que preparó para el almuerzo de ese día.

Ahora, Marina Avella hizo parte de una investigación alrededor de los jutes y, por su parte, ganó el premio nacional de cocina tradicional en 2015 con la sopa de jute de papa que, ahora, reparte a los turistas nacionales e internacionales en su agencia de turismo. Ella explica que la papa después del tiempo correcto enterrada, de cuatro a seis meses, ha pasado por un proceso en el que su yodo se convierte en penicilina natural que cura.

¿Qué más aportan? Pues, el esposo de la señora Hermencia Hurtado responde que los jutes daban la posibilidad de tener papa para alimentarse después de acabada la cosecha de papa. Antiguamente, había una sola cosecha de papa anual y para asegurarse de tener papa disponible se ponía a jutear el riche (la papa más pequeña) durante meses y, una vez sacado convertido en jutes, podía durar un tiempo más extenso manteniéndolo en agua. Además de esto, D. Mesa (2012) menciona que los jutes podían haber sido útiles para deshacerse de la toxicidad de tubérculos silvestres disponibles en épocas precolombinas, que no hubiesen podido ser comidos sin haberlos puesto a jutear.

Para concluir, ¿Qué dicen cuatro abuelos reunidos en una esquina del parque principal de Mongua sobre los jutes? Dicen lo mismo que la señora Teresa Caro: “¡Son deliciosos!”, “Me gustan sobre todo con rubas”, “Son tremendo alimento”, “En una sopa con una mogolla negra, ¡hum (delicioso)!”. Entonces, deliciosos, sanadores y útiles, los jutes hacen parte de la herencia muisca que, aunque débil, sobrevive para dar cuenta del ingenio y belleza del saber cultural de los de antes y, en este orden de ideas, la señora Teresa Caro expresa un mensaje claro después de enterarse de que se está documentando información sobre los jutes: “Son un alimento ni el berraco y es una tradición que no se puede perder”.

Localización diatópica: Lenguazaque, Somondoco, Pachavita, Ramiriquí, Boyacá, Miraflores, Samacá, Sogamoso, Aquitania, Tópaga, Mongua, Gámeza, Monguí (Boy.).
Campos semánticos: Alimento.
Registrado anteriormente por:

  1. Bernal Bohórquez, G. (1985). Descriptiva Gastronómica de Boyacá, Tesis de grado. Universidad Externado de Colombia.
  2. Gómez, J. M. & Gómez Aldana, D. F. Diccionario de muisquismos. Grupo de Investigación Muysccubun. 2008 - 2023. Publicación digital en muysca.cubun.org/Muisquismos.
  3. Mesa Bernal, D. (2012). Selección de ensayos sobre alimentación y cocinas de Colombia. Ministerio de Cultura. Imprenta Nacional de Colombia. Bogotá.
  4. Ordoñez Caicedo, C. (2012). Gran libro de la cocina colombiana. Ministerio de Cultura. Imprenta Nacional de Colombia. Bogotá.
  5. Pradilla, E. (2017). Cubios, rubas, ibias y papas de Boyacá: la comida de los Andes. Tunja: UPTC
  6. Prieto Molano, C. (1995). Jute: Dulce de papa. Artículo del 19 de marzo en El Tiempo. Tomado de: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-277111
  7. Reconstrucción Técnica Jute, Fute. (2016). Jutes parte 1; parte 2; mazorcas de agua. Videos sobre los jutes subidos a Youtube. Tomado de: https://www.youtube.com/watch?v=GWwfcpChwss, https://www.youtube.com/watch?v=YmLUreRDUec y https://www.youtube.com/watch?v=U9XR8I2k4zw
  8. Tobón Betancourt, P. J. (1953). Colombianismos. Segunda Edición. Imprenta Nacional. Bogotá.